miércoles, 28 de diciembre de 2011

adios amiga.

Conocí a Almendra Amande en enero de este año, en París, en un concierto del grupo chileno Pájaro Canzani,  que actuaban en un estrecho bar del corazón de la ciudad, donde había acondicionada una sala en la planta superior. Almendra era la amiga íntima de Anne desde hacía muchos años, se adoraban y se llamaban hermanas.   Sabía que meses antes tuvo un tremendo accidente, creo que fue al apoyarse en una baranda al borde de un barranco, en algún lugar de sudamérica y cayó en él. Tuvo una gravísima lesión cerebral.

Cuando la vi por primera vez en el concierto llevaba el pelo muy corto y eran notables aún las cicatrices de la operación en su cabeza que, tiempo  antes,  incluso tuvo que proteger con un casco especial muy aparatoso. Su historia me impactó mucho. Pero  eran sin embargo su sonrisa, la vitalidad de sus ojos y su locuacidad las que atrapaban toda la atención.  Almendra hablaba un español muy dulce aprendido en chile que apaciguaba con su natural acento francés.


Aquella noche la pasamos los tres como espectadores privilegiados de primera fila en el concierto durante varias horas y conservo la calidez de la mirada de Almendra, constante y natural.

Nos despedimos muy entrada la madrugada, después devorar un pastel que no sé de dónde sacó, y ella aún quería seguir comíendose la noche parisina. Conservo algunas fotos.

En estos meses he recibido algún correo suyo, donde pedía colaboración para alguna causa que consideraba injusta. Almendra estaba comprometida con el mundo, y lo era de una  convicción sincera y activa. Algo raro hoy día, donde se reparten tan gratuitamente en las redes sociales lecciones morales en frases copiadas y repetidas y vacías.


Lo último que supe de ella, por el facebook, es que estaba en Chicago. Y pensaba, con cierta envidia, que hay gente que pertenece al mundo porque no son de él.


Lo último hasta hace unos días. El pasado 21 de diciembre Almendra Amande murió. Tenía  sólo 29 años.


Su muerte ha sido muy trágica, y no me considero con derecho a narrarla aquí.

Ha sido una de esas personas de las que  rara vez te encuentras y te acaban marcando para siempre. 


Un bso amiga.